Imperium Hispanicum (Escuela de Salamanca)

«Imperium Hispanicum»; "Imperio Español", Escuela de Salamanca; alma intelectual de imperio. Se inscribe dentro del contexto más amplio del Siglo de Oro español, en el que no solamente hubo una eclosión de las artes, sino también de las ciencias, que se manifiesta especialmente en esta Escuela.

Un auge del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un importante grupo de profesores universitarios españoles, especialmente teólogos, a raíz de la labor intelectual y pedagógica de Francisco de Vitoria en la Universidad de Salamanca.

Su reconocimiento ha sido muy tardío, pues las naciones protestantes (que son mayoría entre las que han escrito la ciencia a partir del siglo XVIII) no debían de sentirse cómodas reconociendo la modernidad de unos teólogos que fueron punteros en el Concilio de Trento. Sin embargo, poco a poco su labor se va rescatando del olvido.

Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Luis de Alcalá, Martín de Azpilcueta (o Azpilicueta), Tomás de Mercado o Francisco Suárez, todos ellos iusnaturalistas y moralistas, son los fundadores de una escuela de teólogos y juristas que realizó la tarea de reconciliar la doctrina tomista con el nuevo orden social y económico. Base de la "civilización hispana".

La Universidad, una de las grandes contribuciones culturales de la Cristianidad. Los estudiantes llegaban a las universidades habitualmente con catorce años o poco más, debían saber leer y escribir, y un nivel suficiente de latín. Las 4 primeras carreras son tremendamente humanas, todas centradas en el hombre.

-.Medicina: la necesidad de curar su cuerpo.
-.Derecho: la necesidad de curar su sociedad.
-.Filosofía: la necesidad de curar su mente.
-.Teología: la necesidad de curar su alma.

Tenían asignaturas comunes; las siete artes preparatorias o liberales, (llamadas así por oposición a las artes serviles (oficios viles y mecánicos) propias de los siervos, también llamada mecánicas, las producidas mediante procedimientos manuales, artesanales, que en función de su utilidad cara a la sociedad, las dividió en: ars victuaria, para alimentar a la gente; lanificaria, para vestirles; architectura, para procurarles una casa; suffragatoria, para darles medios de transporte; medicinaria, que les curaba; negotiatoria, para el comercio; y militaria, para defenderse):

Trivium, agrupaba las disciplinas relacionadas con la elocuencia.
-.Gramática (lingua «la lengua»): Gram. loquitur, «la gramática ayuda a hablar».
-.Dialéctica (ratio «la razón»): Dia. vera docet, «la dialéctica ayuda a buscar la verdad».
-.Retórica (tropus «las figuras»): Rhet. verba colorat, «la retórica colorea las palabras».

Quadrivium, agrupaba las disciplinas relacionadas con las matemáticas.
-.Aritmética (numerus «los números»): Ar. numerat, «la aritmética numera».
-.Geometría (angulus «los ángulos»): Geo. ponderat, «la geometría pondera».
-.Astronomía (astra «los astros»): As. colit astra, «la astronomía cultiva los astros».
-.Música (tonus «los cantos»): Mus. canit., «la música canta».

Cuando se consideraban preparados para superar los exámenes correspondientes (consistentes en la lectio -lectura y repetición memorística comentada- de un texto y su disputatio respondiendo a preguntas que procuraban averiguar si el aspirante lo había comprendido), alcanzaban el título de bachiller, lo que solía ocurrir en un plazo de unos seis años.

Sólo una minoría continuaba con el estudio de las Artes a un nivel superior o con carreras más especializadas: Medicina, Derecho, Filosofía o Teología. 

Obtener en cualquiera de ellas el título de magister (maestro) permitía dedicarse a la enseñanza universitaria en cualquier universidad, «Ius o licentia ubique docendi». Este título requería una aprobación por el gremio de maestros.

El título de doctor exigía estudios aún más prolongados, y era habitual que los que se presentaban a tal examen llevaran varias décadas de vida universitaria (el de Artes, más breve, se solía obtener en cuatro o seis años, el de Medicina en diez, el de Derecho en doce o trece, y el de Teología en unos quince). El examen de doctorado, con la misma estructura que los de otros grados, consistía la defensa ante un tribunal de doctores de una tesis cuya originalidad no era el valor más prioritario. Las primeras cátedras eran de Artes (filosofía), Cánones (derecho canónico), Gramática, Leyes (derecho civil), Medicina, Teología.

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