Iam illustrabit omnia (relleno)
«Iam illustrabit omnia»; "Pronto lo iluminará todo", divisa empleada por el rey Felipe II, estuvo presente en su propia sepultura, representaciones artísticas efímeras como uno de los arcos triunfales. En concreto en el que se colocó para recibirle en Lisboa en 1581. Aquel sueño de los reyes de medievales se consumaba por fin en la persona de Felipe II; los reinos hispanos se unían bajo el cetro del Habsburgo.
“... los miembros y pedazos de España, que estaban por muchas partes derramados, se redujeron y juntaron en un cuerpo y unidad de reino. La forma y trabazón del cual así está ordenada que muchos siglos, injuria y tiempos no la podrán romper ni desatar” Antonio de Nebrija
Bajo esta divisa, el monarca viene personificado como Apolo que a modo de sol irradia y guía una cuadriga con que la que atraviesa un mar de nubes. Con este símbol el rey se presenta como un instrumento de Dios para iluminar el mundo con su fe, prometiendo que se desvelará en su oficio de gobernante con el afán por procurar bienes para sus dominios y, como el sol, los vivificará y fecundará.
Hispania, Iberia, Spania, España en el sentido amplio de la palabra aglutina una realidad cultural e histórica que va más allá de las fronteras de un estado. Una realidad que desbordó los límites peninsulares y que las proas de los navíos llevaron a los confines del orbe.
«Hispania, utriusque Orbis regnatrix»; "España, reina de ambos mundos", divisa de Felipe II, en la que España, venía representada como matrona, con casco y lanza en la mano derecha, y sentada sobre un trono compuesto de tres coronas y un conjunto de trofeos de guerra. A su pies, un hombre arrodillado que recoge su toga con la mano derecha y le ofrece las llaves. Mientras en el cielo la Fama toca la trompeta.
España con su imperio, se proclama hija y sucesora de hecho y de derecho de Roma. Un nuevo imperio, que lleva su "civilización cristiana" (Roma, Atenas y Jerusalén), a todos los confines del orbe.
«Dios nos conservó la victoria, y premió el esfuerzo perseverante dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana: el de completar el planeta, el de borrar los antiguos linderos del mundo, (...) España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, (...) ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra». Marcelino Menéndez y Pelayo
España es hija de la catolicidad, el derecho romano y la filosofía griega, la Hispanidad, y su vez, madre de los españoles de ambos hemisferios. Por ello, aqui vienen representadas las armas de los reinos, estados y señoríos de la Monarquía Católica.
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• Impreso y enviado bajo demanda. Sin mínimos.
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